El 41% de la superficie quemada en Santa Cruz está en áreas protegidas
Miriam Telma Jemio
Con quemaduras graves en sus patas y una lesión que derivó en la pérdida de su ojo izquierdo, un loro hablador logró sobrevivir al humo y fuego en la Chiquitania. Fue atendido en el refugio temporal de animales silvestres instalado en Roboré. Ya está fuera de peligro pero no volverá a volar ni a su hábitat como decenas de animales silvestres que corrieron la misma suerte, peor, perecieron bajo las llamas que ya han devorado más 1,7 millones de hectáreas en Santa Cruz, principalmente áreas protegidas y bosques.
Los incendios que asolan a Santa Cruz no han cesado desde hace más de 20 días. Se ha concentrado en la Chiquitania y algunas zonas del pantanal boliviano. La pérdida de biodiversidad es cuantiosa si se toma en cuenta que el 41% de la superficie quemada corresponde a áreas protegidas y el 30% a bosques, señaló a Guardiana Cinthia Asín, secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación de Santa Cruz.
Las áreas protegidas más afectadas son el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis, el Área Natural de Manejo Integrado San Matías (ambos sitios RAMSAR y áreas protegidas nacionales), la Reserva de Vida Silvestre Valle de Tucabaca y el Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu; las dos últimas subnacionales.
“El 41% de la superficie quemada corresponde a áreas protegidas y el 30% a bosques”
Cinthia Asín,
secretaria de Medio Ambiente
de la Gobernación de Santa Cruz.
“Esta situación nos tiene alarmados”, dijo. No solo porque ven indiferencia desde el gobierno central que no declara desastre nacional, sino porque se están perdiendo áreas que proveen importantes servicios ambientales como el oxígeno, los microclimas, son el hábitat de muchas especies de flora y fauna que tienen un rol importante en el ecosistema, y son fuentes fundamentales de agua para la población.
Según la Gobernación cruceña, el 53% de las áreas protegidas nacionales están en Santa Cruz. 30% del territorio de ese departamento es área protegida. Son en total 36, de las cuales cinco son nacionales, 10 departamentales y 19 municipales.
“Están siendo amenazadas por los incendios que hemos estado viviendo estos días. Es necesario que reflexionemos en este Día Nacional de las Áreas Protegidas sobre cuál es su situación, cómo las queremos conservar. No tenemos que verlas solo como lugares hermosos sino como hábitat de muchos seres vivos y también como proveedores de agua para el departamento”, manifestó Cinthia Asín.
El reporte de este 4 de septiembre señala que 11 municipios están afectados por los incendios. En los cuatro días de septiembre se registraron 755 quemas y siguen subiendo. Solo en la mañana de este miércoles se registraron 87 incendios, según la Gobernación de Santa Cruz.

“Continuamos con la irresponsabilidad y las quemas sin prevención. Los incendios forestales persisten en Concepción, San José de Chiquitos, San Ignacio, San Matías y Santa Rosa del Sahara”, informó la autoridad departamental.
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Pero el fuego también alcanzó a otras áreas protegidas subnacionales, Laguna Marfil y El Copaibo ubicado en el municipio de Concepción. Allí estuvo la bióloga Aidee Vargas, que se trasladó desde Sucre para apoyar junto a sus colegas y amigos.
Con un grupo de biólogos, veterinarios y voluntarios llegaron primero al área protegida Laguna Marfil, ubicada en el municipio de San Ignacio, pero diez días después de que el bosque se había quemado. Solo encontraron brazas, que son una amenaza para los animales, por eso se quedaron a extinguir a todas las que quedaban en el monte. Allí solo vieron a un grupo de monos que buscaban alimentos.
Luego fueron al municipio de Concepción, a la comunidad Rio Blanco donde el incendio persiste desde hace un mes atrás. Allí encontraron a los comunarios apagando las llamas sin el equipo necesario: guantes, botines y extintores. , nada hicimos buscar ayuda y dotarles de eso y llevar agua. Lograron conseguir una dotación de materiales y equipos para incendios así como agua para el consumo de la población.
“Después de toda esta experiencia quedé cansada físicamente y espiritualmente, porque es algo muy duro. Tratamos de hacer lo que pudimos, con muchos colegas y amigos, pero somos pocos. (…) se desbordó el fuego. Espero que en Concepción se tomen las acciones correctas para apagar no solo el fuego sino también las brasas, sino viene el viento y nuevamente se prende el fuego”, dijo a Guardiana Vargas.
Para un grupo de instituciones técnicas y académicas de Bolivia, los incendios forestales en Bolivia ya han afectado a más de 2 millones de hectáreas en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, amenazando a la salud humana, la biodiversidad y el futuro de nuestro país y del planeta. Esto amenaza a ecosistemas como el Bosque Seco Chiquitano, el Cerrado, Gran Chaco, Pantanal Boliviano, Bosques Amazónicos, Bosque Tucumano Boliviano y Sabanas Inundables.
El relevamiento de información técnica y académica incluye a más áreas protegidas que las mencionadas por la Gobernación de Santa Cruz: el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya, el Parque Nacional Noel Kempff Mercado (Patrimonio Natural de la Humanidad), la Reserva de la Biósfera y Estación Biológica del Beni EBB, la Reserva Nacional de Vida Silvestre Manuripi Heath, la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía.
Miles de especies amenazadas

Hasta el 31 de agosto, la superficie total afectada por los incendios de este año es de 2,1 millones de hectáreas, de las cuales el 66% se concentra en el departamento de Santa Cruz y el 30% en Beni, según una declaración pública de instituciones técnicas y académicas de Bolivia, entre ellos los colegios de biólogos y centros de estudios de universidades públicas de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Santa Cruz.
Los incendios hasta el momento afectaron un 55% de las Sabanas Inundables, un 21% de los Bosques del Sudoeste de la Amazonía, un 13% del Cerrado y un 8% del Bosque Seco Chiquitano. En estos ocho meses del año se ha quemado un total de 694.225 ha de bosque, incluyendo más de 170.000 ha de Bosque Seco Chiquitano, que ya representa hasta el mes de agosto un incremento del 198% de la tasa anual de deforestación de Bolivia y que se estima incrementará aún más en los siguientes meses, señala el documento.
Considerando que la región afectada por los incendios alberga biodiversidad de alto valor y singularidad, que es patrimonio de todas y todos los bolivianos y el 48% de los bosques de tierras bajas y Yungas se encuentra en el departamento de Santa Cruz.
Sólo en la Chiquitania viven más de 5.700 especies de flora y fauna nativa, las cuales podrían ser afectadas por los incendios, incluyendo entre éstas: más de 3.956 especies de plantas, de las cuales 373 corresponden a pastos, más de 200 especies de musgos, más de 108 especies de mamíferos, más de 780 especies de aves, más de 105 especies de peces, más de 109 especies de anfibios, más de 168 especies de reptiles y más de 355 especies de insectos, entre otras.
El jaguar es una de las especies afectadas; y solamente en la Chiquitania podrían haber muerto 500 individuos por los incendios o mínimamente haber perdido su hábitat. Esta riqueza biológica cumple funciones ambientales esenciales para el sostenimiento de la vida y la economía; se tiene más de 20 especies de fauna fuente de proteína, más de 30 especies de abejas nativas que cumplen funciones de polinización; y por lo menos 33 especies maderables.

Foto: Gobernación de Santa Cruz.
Se debe destacar la existencia de parientes silvestres de plantas cultivadas como el maní. Es una región que alberga más de 200 especies de plantas endémicas de Bolivia. Esta alta biodiversidad ya se encontraba en situación de vulnerabilidad antes del suceso de los incendios y una gran parte aún no había sido investigada. Se han afectado más de 1.800 familias en 14 municipios, incluyendo comunidades indígenas ayoreas, chiquitanas y guaraníes.
La región incluye también humedales y corrientes de agua que son vitales para la diversidad biológica del Chaco y para sus poblaciones locales, como únicas fuentes de agua dulce de la región, con importantes sitios RAMSAR (humedales de importancia internacional por su alta diversidad biológica), refugios clave para especies de aves migratorias como los Bañados del Izozog – Río Parapetí, Palmar de las Islas y Salinas de San José, con abundantes poblaciones de aves, anfibios, reptiles y mamíferos como el solitario, endémico del Chaco, y una población muy reducida y amenazada a nivel mundial de guanacos del Chaco limitada principalmente al municipio de Charagua.
Exigen declaración de desastre nacional
A las voces de otros expertos y ambientalistas, hoy se ha sumado Cinthia Asín, secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación de Santa Cruz, para pedir nuevamente al gobierno central que se declare desastre nacional, principalmente porque no el fuego no está controlado y el mes de septiembre históricamente se presenta con más incendios.

Foto: Gobernación de Santa Cruz
“La situación continua. Septiembre no es un mes favorable para los incendios y focos de calor. Es el mes con mayor cantidad de focos de quema se da en el año”, puntualizó Asín.
Las instituciones técnicas y científicas también demandan que se declare desastre nacional. “Considerando que este incendio de grandes proporciones ha afectado grandes extensiones incluyendo ocho áreas protegidas y devastado la biodiversidad existente, es imperativa e inminente la declaratoria de Desastre Nacional mediante la creación y promulgación de un documento normativo de carácter Nacional en estricto cumplimiento de la Ley N° 602 (Ley de Gestión de Riesgos), Art. 39, y el Decreto Supremo 2342, reglamentario”, señala el documento.
Este grupo de técnicos y académicos demandan la activación y ejecución de los protocolos para la inmediata Declaración de Desastre Nacional y exigen que se garantice, viabilice y consolide la ayuda internacional especializada, fundamental para erradicar los incendios en todas las zonas afectadas, de manera inmediata.
Ante la consulta de Guardiana sobre cuál es la acción más urgente a ejecutar, Ángela Núñez, presidenta del Colegio de Biólogos de La Paz, dijo que es la declaratoria de desastre nacional. “El fuego continua y avanza a lugares impenetrables”, argumentó.
El gobierno central por su parte ha señalado que no es necesaria esa declaratoria porque la sofocación de los incendios no ha rebasado la capacidad de respuesta del país.
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La pausa ecológica y una auditoría ambiental en las áreas afectadas es otra de las demandas de los técnicos, académicos y ambientalistas.
El gobierno ha gastado más de 11 millones de dólares hasta la fecha para la sofocación del incendio en la Chiquitania, informó hoy el vicepresidente Álvaro García Linera. Se ha creado un gabinete especial liderado por el presidente Evo Morales y seis ministerios. A pesar del trabajo de 4.500 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas, cerca de 500 policías, incluidos bomberos voluntarios, y de la ayuda de varios países, no se ha logrado sofocar todos los incendios.

Foto: Gobernación de Santa Cruz.
Mientras tanto, decenas de animales siguen escapando de las llamas. Algunos tendrán la suerte de ser rescatados y atendidos en el refugio de Aguas Calientes, ubicado en el municipio de Roboré, como lo fue el loro hablador que fue bautizado con el nombre de José.
- Cada 4 de septiembre se celebra en Bolivia el Día Nacional de las Áreas Protegidas.
- Bolivia tiene 24 áreas protegidas nacionales.
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