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Por Elvis Vargas, Holanda (Países Bajos)

Holanda es una región situada en la costa occidental del país llamado Países Bajos, el más grande de los cuatro que, junto con Aruba, Curazao y Sint Maarten, conforman el Reino de los Países Bajos, integrante de la Unión Europea. Ámsterdam es su capital, aunque la organización y administración del Reino se ubica en La Haya, sede oficial de la monarquía y de las autoridades ejecutivas, legislativas y judiciales. Las provincias que conforman los Países Bajos están situadas en el noroeste de Europa y limitan al norte y oeste con el Mar del Norte, al sur con Bélgica y al este con Alemania.  

Los Países Bajos es uno de los lugares marcados por el paso migratorio debido a su ubicación geográfica, su tamaño y orientación que le dan condición internacional. Su población está convencida de este carácter y encontrarás holandeses en cada confín de este planeta. Ellos viajan y migran mucho.

Al revés ocurre lo mismo, existen muchos migrantes de distintas nacionalidades, entre los que más destacan los turcos, marroquíes, de Europa del este, especialmente polacos. Los latinoamericanos somos muy pocos y especialmente los bolivianos. Castellano no escucharás mucho a no ser el hablado por los migrantes españoles que son la comunidad más grande de hispanohablantes.

La mayoría de bolivianos que reside en Holanda son personas que se han casado con una pareja holandesa, luego están quienes vinieron a estudiar y lograron cavarse un hueco en el mercado laboral. Las y los migrantes económicos son poquitos, pero casi en su mayoría residen en Amsterdam y trabajan en la limpieza.

El idioma es una barrera terrible para los latinos, pues su raíz germánica lo hace casi impronunciable para los que tienen una lengua con raíz romántica como el castellano, portugués e italiano. Muchos han logrado con los años fluidez al hablar, pero su acento extranjero no lo perderán jamás. Reconoces alguien de habla española por su manera de hablar el holandés. Para la gente holandesa, no existe el problema de la aceptación porque está acostumbrada a los extranjeros y se adapta fácilmente, incluso valora que alguien hable su idioma.

Como la economía y la vida están internacionalizadas, casi todos los holandeses hablan inglés y puedes viajar, trabajar y vivir hablando inglés sin que sea una barrera. Es más, existen profesiones como las económicas donde el inglés es el idioma oficial. Si quieres trabajar para una transnacional, tienes que trabajar en inglés; si quieres ver una película, todas están en inglés y nunca son dobladas, y los niños, desde muy pequeños, ya lo aprenden.

La mayoría de las personas que llegan a Holanda tienen en la cabeza algunos mitos como  el país superliberal por el aborto y la eutanasia. El holandés común es conservador en su forma de ver la vida. A pesar de ser el país con mayor número de ateos en el mundo, la sociedad se rige por valores cristianos, un calvinismo sin Calvino. Incluso ha sido gobernado muchos años por un partido cristiano. Los musulmanes, se calculan en un 10%, son una minoría muy presente de raíz campesina y conservadora. O sea, los Coffeshops y calle rosa no son representativos de la vida holandesa, sí la imagen del hombre o mujer trabajador/a, disciplinado/a y responsable.

Elvis Vargas va a su trabajo en bicicleta.

El país de las bicicletas... En Holanda hay una gran tradición de manejar bicicleta, pero el holandés promedio anda en auto, viaja en auto, sueña con un auto. La bicicleta es usada para transporte a corta distancia y esparcimiento. Hay esfuerzos de las autoridades para convencer a la gente de ir al trabajo en bicicleta. Actualmente con el desarrollo de la bicicleta eléctrica, hay más personas que van al trabajo en bicicleta; pero siguen siendo una minoría aplastante. Personas como yo que cada día nos desplazamos en bicicleta, somos contadas con los dedos de la mano a pesar de que Holanda posee una de las mejores infraestructuras para el transporte ciclístico. Para que se den cuenta cómo es la situación, el Gobierno acaba de aprobar un subsidio para las personas que adquieran autos eléctricos. Tales ventajas impositivas y apoyo económico no existe para quien compra una bicicleta eléctrica que debe estar sujeto a muchos controles y pagos de seguros.

Holanda, el país verde. Si uno ve el paisaje dirá que es cierto, donde mires hay el color verde; pero es un engaño porque la cantidad de asfalto que existe es brutal. Holanda es simplemente un país industrial y todos los bosques que existen plantados por el hombre conforman una naturaleza domesticada y hermoseada por esa obsesión por el paisajismo que ha hecho construir maravillas para la vista.

Todos los holandeses son trabajadores. Una verdad a medias. Hay muchos chinos, personas de Europa del Este que son mejores trabajadores. Lo que diferencia al holandés es el sistema. Es una economía muy planificada y el que más o el que menos se mueve dentro de ese esquema, o sea el trabajar es una manera de vivir antes que una cualidad personal. Lo que sí, el holandés es alguien a quien le gusta las vacaciones. Su esfuerzo diario es dirigido a viajar y vacacionar es estatus e incluso si alguien no viajó es visto como alguien a quien le va muy mal.

Pasando al tema de oportunidades, Holanda no es un país abierto. Los que no poseen un diploma europeo casi no tienen posibilidades de conseguir un trabajo en su nivel de estudios. Normalmente se hace una validación y es normal que se exijan unos dos años adicionales de estudios. Para los latinos más difícil aún porque en el ambiente laboral estamos acostumbrados a la meritocracia; pero aquí aquello incluso es mal visto. La habilidad que más se exige es el de tener una red de trabajo, tener espíritu de equipo y la comunicación efectiva. Los oficios mejor pagados son las ramas económicas y servicios, allí el inglés es importante. En los oficios menos retribuidos como el cuidado de ancianos, la limpieza y atención al público, el holandés es importante. A pesar de las barreras, he podido conocer a una compatriota que estudió parvulario en Bolivia y puede trabajar aquí en el parvulario, a pesar de que en ese oficio se tiene la condición de tener el holandés como idioma madre, pues se trabaja con niños que deben dominar ese idioma. Pero su caso es una excepción. La mayoría de los bolivianos debe estudiar algo distinto a lo que han estudiado en Bolivia y en muchos casos bajar sus pretensiones.

Holanda es un país bello para residir, no es tan caro como los países escandinavos; pero tampoco tan barato como los países de Europa del sur. El salario mínimo está calculado en 1.600 euros (1.795 dólares). El país posee muy buenos servicios básicos. La educación es funcionalista, a pesar de que el Estado paga por cada niño, las escuelas son gerenciadas por empresas privadas. Los hospitales también y todos están obligados a tener un seguro de salud.

La pobreza es silenciosa porque es vista como señal de fracaso y los bancos de alimentos crecen cada año. Los pobres viven en la ciudad y los ricos en el campo. La riqueza es el ideal de cada holandés simbolizada en la familia real. Ellos representan lo que todo el mundo ambiciona y, por lo tanto, son el símbolo de su país. Para las mujeres, los Países Bajos son el paraíso. Probablemente es el país donde la emancipación femenina ha alcanzado niveles de desarrollo extraordinario que el Gobierno ha eliminado su Ministerio de Igualdad de Género.

La emancipación femenina ya está en la mentalidad de las nuevas generaciones de mujeres y hombres. La homosexualidad es aceptada y protegida y es uno de los estandartes de la tolerancia del país.

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