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Nuevo modelo de negocios, poco dinero e incertidumbre en los medios digitales

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Por Guardiana (Bolivia)

Lunes 13 de septiembre de 2021.- Existen unos 30 medios digitales nativos bolivianos reconocidos como tales y presentados en el Directorio de medios de la plataforma internacional de Sembra Media. Sin embargo, no son los únicos digitales que existen en el país. Han proliferado "medios" en Facebook que no necesariamente cuentan con una web ni personal periodístico, incluso están los que solo tienen el afán político de tergiversar o mentir para polarizar más el país en beneficio de alguno de los dos bandos.

Algunos de los medios digitales nativos fueron creados por periodistas de larga trayectoria, tales los casos de Rimay Pampa que pertenece a Andrés "Chino" Gómez, otrora Director de Erbol y periodista importante en medios como La Razón, La Prensa, Presencia y Última Hora. Rimay Pampa es uno de los medios digitales más antiguos de los registrados en Sembra Media. Otro es Urgente.bo que vio la luz el año 2016 y cuyo propietario es el periodista Grover Yapura, quien fue Director de medios tradicionales impresos como La Prensa después de haber ocupado diferentes cargos importantes en el periódico La Razón. Y la lista puede continuar a la hora de hablar de medios como Guardiana, Cabildeo Digital y otros.

En pos de un modelo de negocios

Si algo llegó con la pandemia en 2020 y 2021 fue una avalancha de información en las redes sociales y la aparición de más medios digitales. También proliferaron los panelistas, talleres, cursos y webinares de todo tipo de organizaciones tanto nacionales como internacionales. Si antiguamente se tenía que ir hasta Colombia para pasar un curso en la Fundación Gabo, con solo una inscripción, la aceptación e ingresar a una plataforma virtual, uno ya estaba ahí.

Algunos medios digitales han venido recibiendo ayuda tanto periodística como económica para lograr la sostenibilidad de sus emprendimientos a futuro. Solo el tiempo dirá si funcionó o no tal cooperación porque lo cierto es que al final, algunas de las ofertas de capacitación traen más cáscaras que nueces.

En realidad, el modelo de negocios depende de las habilidades del equipo de trabajo para construir sobre la base de la misma un abanico de servicios a potenciales clientes que, de algún modo, son también aliados del medio en cuestión. Así lo vienen haciendo muchos medios en el extranjero, tal el caso de El Surtidor de Paraguay que vive gracias a consultorías, servicios en el uso de gráficos sobre todo y capacitaciones.

Precisamente, ese tipo de modelo de negocios es uno de los más mencionados por los medios que cuentan con uno y algunos como ChicasPoderosas o Maldita.es de España llevan la capacitación a nivel internacional. Otra historia diferente será ver cuán efectivos son o no estos procesos porque para enseñar no basta conocer y manejar un tema, es necesario saber enseñar.

Al final del día, lo cierto es que buscar información y elaborarla tratando, además, de ser cada vez más creativo e innovador y, por otro lado, trabajar capacitando o elaborando materiales para terceras personas se está convirtiendo en una especie de doble trabajo que tiene que realizar una persona si quiere sobrevivir de ingresos que no dependan e la publicidad.

Cumplir seis meses y esperar donaciones

Mientras no se desarrolla un modelo de negocios que funcione, quienes dirigen medios digitales suelen responder que llevan adelante sus operaciones gracias a una que otra donación y también a convocatorias o concursos de investigaciones que pagan un monto que suele oscilar entre los cinco mil y siete mil bolivianos por reportaje, Es el caso de convocatorias como las de la Fundación para el Periodismo, Unitas y Fundación Construir en Bolivia y Maldita.es, Fundación Gabo (que más da capacitaciones), Connectas, Velocidad, Sembra Media y otras a nivel internacional.

Conseguir un apoyo económico para poder realizar una investigación no es algo que dé sostenibilidad a un medio porque para lograr algo así primero hay que presentarse a una convocatoria y luego obtener un espacio, lo que no siempre se da para todas y todos los postulantes.

Sin embargo, hay medios en América Latina que aseguran que con las donaciones están muy bien. Fabiola Torres, una de las fundadoras de Ojo Público (medio nativo digital peruano que combina el periodismo de investigación con innovación), asegura que “el 60% de los ingresos son grants y los hemos recibido en todos los tamaños: desde 2.000 hasta 120.000 dólares”.

Sin embargo, salvo que se trate de alguna organización de apoyo denominada incubadora, lo normal es que un medio digital aspire a una donación recién después de cumplir los seis meses de vida, tiempo que creen que debiera tardar en morir un medio sin futuro. En todo caso, está claro que durante cierto tiempo que puede terminar convirtiéndose en años, las y los involucrados en un medio no reciben sueldo fijo que sirva para pagar todos los gastos.

Estas fuentes de ingresos son vitales para muchos medios de información digitales pequeños debido a que en general no cuentan con publicidad estatal ni privada y si tienen alguna, suele ser muy escasa. Y este es un fenómeno no solo nacional, sino internacional. Por ejemplo, medios digitales de renombre conocidos a nivel internacional como La Silla Vacía declaran en su web que sus ingresos no dependen en más del 1 por ciento de la publicidad.

Y una de las características de medios digitales internacionales es que intentan mostrarse transparentes en su forma de trabajo y sus ingresos. Por ejemplo, La Silla Vacía de Colombia publica en su web: “En 2020, el 28 por ciento de nuestros ingresos vinieron de proyectos de cooperación internacional con las siguientes fundaciones: 11 por ciento de la Embajada Británica; 7 por ciento de FORD Foundation, 4 por ciento de la Open Society; 3 por ciento del Membership Puzzle de la Universidad de Nueva York, 2 por ciento de la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN por sus siglas en inglés) y 1 por ciento de Google a través del Journalism Emergency Relief Fund. Otro 40 por ciento lo obtuvimos de proyectos comerciales: 11 por ciento de nuestros aliados que hacen posible La Silla Llena; 8 por ciento de eventos y cursos; 6 por ciento de nuestras universidades aliadas a La Silla Académica; 6 por ciento de los aportes de nuestros SúperAmigos; 5 por ciento de alianzas en contenido para desarrollar especiales de contenido o podcasts como El Futuro del Futuro; 3 por ciento de suscripciones a nuestra biblioteca de bases de datos, La Silla Datos; y tan solo un 1 por ciento de publicidad en banners (pauta).  La Silla no vende publireportajes ni hace especiales de contenido patrocinado. Finalmente, el 32 por ciento de nuestros recursos vinieron de Facebook en el marco de una alianza para llevar nuestro detector de mentiras a esta red social como parte de su programa de verificación de datos externos”.

Debido precisamente a que los medios digitales hoy no dependen de la publicidad como se ha podido ver en la Silla Vacía que representa el uno por ciento de sus ingresos, se han visto obligados a crear un modelo distinto de negocios. Y estos modelos varían  dependiendo de las habilidades de los miembros del equipo. Por ejemplo, medios como El Toque de Cuba y Guardiana de Bolivia cuentan con agencias de contenidos, otros tienen escuelas como Convoca.pe de Perú o procesos de capacitación nacionales e internacionales como Chicas Poderosas desde Argentina o Maldita.es desde España.

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